Eduardo Lourenço (1923-2020), rayano de nacimiento (São Pedro de Rio Seco, Almeida), ha fallecido en un “Primeiro de Dezembro”, día de la restauración de la independencia de Portugal, con casi un siglo de existencia. Portugal ha decretado luto nacional por su muerte.
Lourenço fue un humanista en el amplio sentido del término, pues cultivó la filosofía, la poesía, el ensayo y la crítica literariaa un nivel que le valió numerosos reconocimientos dentro y fuera de Portugal. Su trayectoria académica le llevó a enseñar en diversas universidades de Alemania, Francia y Brasil. A lo largo de su carrera, Lourenço recibió innumerables distinciones, entre las que destacan el premio Camões (1996) y el premio Pessoa (2011), los más importantes de la lengua portuguesa.
Lourenço deja como legado no solo una fecunda obra escrita, sino también el Centro de Estudios Ibéricos, con sede en Guarda, un proyecto que impulsó y lideró a comienzos del siglo XXI, con el que entronca con la Universidad de Salamanca. Fue su gran aportación al estrechamiento de los lazos ibéricos. Existe un premio anual, del Centro de Estudios Ibéricos, que reconoce la labor de las personas destacadas en fomentar las relaciones entre España y Portugal y que lleva su nombre.
Temos, agora, todo o tempo para revisitar a fronteira que fomos e ainda somos, anexando como algo familiar e positivo […]. Temos sobretudo, tempo para pensar e viver a fronteira como algo positivo. Não apenas o que separa ou ameaça. Mas como algo que nos põe limites que são de espaço e de memória. E que, por isso, paradoxalmente, nos define. E bem pensada é já um diálogo em si mesma.
Eduardo Lourenço (2006)
El día 4 de diciembre de 2020, coincidiendo con los 20 años de la creación del Centro de Estudios Ibéricos, está previsto en Guarda un homenaje a la figura de Lourenço, director honorífico de la entidad.